La fachada es un rectángulo de 23 cm de altura y 30 cm de longitud. Aquí se ve el plano y la fachada ya cortada y vaciada
Intenté no cortar del todo la zona de las puertas, simplemente hice unas marcas con el cuter para que se vieran las marcas pero sin cortar la puerta.
Forré algunos trozos con papel imitando madera y otros los pinté con acrílico marrón bastante diluido con agua.
Y luego comencé a decorar. En principio probé con restos de madera balsa y con depresores linguales, pero no me convencía el resultado. Luego pensé pintarlo, pero quedaba muy soso. Hasta que encontré un mantel de varillas de bambú -bueno, varillas por lo menos sí que son- que no usaba.
El mantel lleva dos tipos de varillas como se ve en la foto: unas que son redonditas, como palillos, otras planas más oscuras. Me ha gustado tanto el efecto que cuando vuelva a donde la compré cojo los que haya.
Aquí está la fachada ya forrada con las varillas y pintada: una visión de frente y otra desde el interior.
Las letras son hechas en word, primero las puse negras, luego blancas y finalmente ocre.
La fachada ya está terminada, ahora queda montar el resto de la escena.
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